Salir del aula para hacer actividades de conocimiento del entorno debería ser una necesidad. Habitualmente, en el aula se dan procesos controlados por nosotros y que podemos acotar. Cuando salimos fuera, percibimos la vida tal como es, y los procesos se nos presentan reales y cambiantes, mezclados, múltiples… La vida se muestra en estadios diversos y somos nosotros, los maestros y las maestras, los que debemos decidir qué y cómo queremos trabajarlos.