Según el Consejo de Europa, el objetivo de la enseñanza de la historia para 2020 será el autoaprendizaje del alumno. En este sentido, el profesor pasará de ser la única fuente de conocimiento a incorporar fuentes primarias y secundarias para poder acompañar a los alumnos en su proceso de aprendizaje. En este artículo se proponen diversas estrategias didácticas para, desde esta perspectiva, abordar la Revolución Rusa y descubrir sus implicaciones históricas, sociales y en la vida cotidiana.