Los patios de las escuelas son lugares donde nuestro alumnado pasa mucho tiempo jugando y socializando, lo que los convierte en espacios llenos de oportunidades educativas. Sin embargo, también puede ser que en estos mismos espacios se reproduzcan comportamientos que generen desigualdades, lo que nos lleva a la necesidad de repensar los patios escolares y hacerlos más igualitarios.
Un ejemplo inspirador de este cambio lo encontramos en el programa “Empatizamos“, que se llevó a cabo en cinco escuelas públicas de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) hace unos años. Este proyecto participativo permitió analizar y cocrear los espacios del patio entre más de 1.500 personas (alumnos, profesores, familias y personal no docente), teniendo en cuenta la igualdad de género, la cooperación y los valores inclusivos.
Se utilizaron cinco parámetros para evaluar la calidad de los espacios del patio: diversidad, flexibilidad, interrelación, confort y representatividad, y se implementaron cambios concretos, como una mayor variedad de juegos y actividades, un reparto más equilibrado del espacio y una mayor implicación por parte de los educadores en el patio.
Para conocer más detalles sobre esta transformación y ver imágenes del antes y después de los resultados, no os podéis perder el artículo “Patios coeducativos: una transformación con impacto” en la Revista Aula nº322. Allí encontraréis una descripción completa del proceso y podréis ver cómo estos espacios se han convertido en entornos más inclusivos y equitativos (clic aquí).
La transformación de los patios escolares es un paso importante hacia la construcción de una educación más igualitaria y consciente. Nos demuestra que, con la motivación adecuada y la participación de todos los actores educativos, podemos crear entornos donde cada niño y niña se sienta valorado y tenga igualdad de oportunidades.
¡Sigamos trabajando juntos para hacer de nuestras escuelas espacios inclusivos y llenos de aprendizaje para todos!