Acercarse al teatro que se ha hecho en nuestro país, desde 1975 hasta hoy, permite ya, con la perspectiva del tiempo transcurrido, hacer una interpretación de cómo la literatura dramática y el arte escénico han acusado los hechos sociales, las orientaciones políticas y las determinaciones económicas de estas tres décadas y media. Durante la Transición y hasta comienzos de los años ochenta, el teatro buscó ansiosamente una modernización expresiva que lo alejara de las formas predominantes durante el periodo franquista. Los años ochenta y buena parte de los noventa fueron de espl…