La calidad de vida es un concepto multidimensional que combina aspiraciones personales y sociales, por lo que se trata de un marco apropiado para comprender el papel que puede desempeñar la promoción de la actividad físico-deportiva en la inclusión social. Si bien la actividad física tiene un alcance limitado para hacer frente a las desigualdades estructurales que están en la esencia de la exclusión social, la responsabilidad profesional obliga a contribuir en lo posible a la promoción de la actividad físico-deportiva en los colectivos socialmente desfavorecidos.