Diseñar una actividad o una unidad didáctica no es el resultado de la mera aplicación de una técnica pedagógica. Desde nuestra perspectiva, al planificar, ponemos en juego creencias, concepciones, conocimientos y experiencias. Hacer visibles estos elementos no es fácil, pero resulta obligado –por lo menos, esbozarlos– para que el lector o lectora conozcan las coordenadas en las que el autor sitúa la propuesta, aspecto fundamental para que realmente la comprendan. Por eso, en este capítulo se plantean algunas reflexiones de carácter general sobre la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias…