La situación que hemos vivido estos últimos meses ha trastornado la escuela y el sistema educativo. La crisis tiene un calado profundo y ha puesto al descubierto problemas que conocíamos más implícita o explícitamente. El inicio de curso plantea un escenario complejo en el que se abren muchos interrogantes a los que habrá que hacer frente con unos principios educativos claros, sólidos y éticos. Nadie nos regalará nada, las oportunidades se tendrán que trabajar. Planteo siete líneas de trabajo para afrontar estos retos con dignidad, coherencia y confianza.…