No hay nada más confuso que el amor fraterno. Niños y niñas que comparten unos mismos padres se querrán y se odiarán con desconcertante facilidad para obtener la atención y el amor exclusivos de sus progenitores.
No hay nada más confuso que el amor fraterno. Niños y niñas que comparten unos mismos padres se querrán y se odiarán con desconcertante facilidad para obtener la atención y el amor exclusivos de sus progenitores.