Dicen que las primeras experiencias profesionales son determinantes y nos empujan hacia un camino o hacia otro. Imaginad que la primera vez que alguien trabaja de maestro tuviera que hacerlo a 400 kilómetros de casa; que el lugar donde fuera a parar no se pareciera en absoluto al tipo de escuela que tenemos en mente, pero sí al tipo de escuela que tenemos en nuestros sueños…