A partir de distintas reflexiones, vivencias y experiencias, y con base en una concepción que la autora tiene sobre la escucha, la relación, el placer, el aprendizaje y los afectos como elementos fundamentales que toda escuela infantil debería incorporar en los procesos de enseñanza y aprendizaje, este capítulo presenta un proyecto de trabajo centrado en la comunicación y en la importancia que los propios niños y niñas le dan al hecho de hablar.