No es necesario ser un experto en neuroeducación ni psicopedagogía para saber que nuestro alumnado está mucho más motivado con el aprendizaje cuando empleamos elementos lúdicos en nuestras clases. La “gamificación” (del inglés “game”) consiste en importar técnicas propias de los juegos de mesa y videojuegos: retos, premios, insignias…, que nos ayudarán a evaluar el aprendizaje, mientras mantenemos el interés a través de la diversión.