La investigación psicoeducativa ha mostrado numerosas evidencias de cómo el aprendizaje cooperativo mejora el rendimiento académico de los estudiantes, así como su desarrollo cognitivo, afectivo, motivacional, emocional y relacional (Slavin, 2010). El tema de este artículo quiere profundizar en sus bases argumentales y las prácticas que se están llevando a cabo en centros educativos de primaria de diferentes tipologías y ámbitos territoriales.