No planifiqué demasiado la secuencia didáctica y aparecieron aspectos inesperados pero de los que aprendimos muchísimo. Yo sabía del tema casi tan poco como mis alumnos, con la única diferencia de que reconocía esos trazos como escritura árabe y estaba más familiarizada con ella, ya que acababa de volver de un viaje a Túnez.
De allí traje de regalo para cada niño un librito de cuentos, todos distintos pero, supuestamente, de la misma colección (ésta era una hipótesis mía que luego confirmamos entre todos), y otros libros más para la biblioteca de clase. Les hizo muchísima il…