Nuestros hijos e hijas tienen un acceso fácil y cotidiano al mundo, a través de la pantalla. Con mucha, quizá demasiada, información teórica y poca, quizá insuficiente, experiencia vivida.
Nuestros hijos e hijas tienen un acceso fácil y cotidiano al mundo, a través de la pantalla. Con mucha, quizá demasiada, información teórica y poca, quizá insuficiente, experiencia vivida.