Las propuestas de arte, danza o movimiento aplicadas a la educación social son un terreno teóricamente inexplorado. En este artículo se reflexiona acerca de las posibles metodologías de trabajo con personas con discapacidad intelectual y trastorno mental en relación con el movimiento, sin abandonar la relación con lo social y la parte ética y creativa que este proceso artístico conlleva.