Que un día cualquiera un niño diga «A mí la base de orientación me sirve para poner orden en mis preguntas y frases, y también me sirve para no olvidarme más», manifiesta una manera de hacer determinada. Años atrás, una frase así era inimaginable. ¿Qué cambios hay detrás? ¿Qué ha supuesto para nosotros? ¿Qué trayectoria estamos siguiendo? ¿De qué modo podremos normalizar y generalizar esta nueva manera de entender la evaluación?