El impacto de la penetración de inversiones extranjeras directas (IED) en Sao Paulo, México DF o Santiago de Chile, desde fines de los años 1970, o Buenos Aires, desde principios de 1990, ha tendido a generar profundas transformaciones en la base económica, en la estructura social y en la estructura territorial de estas ciudades en relativamente poco tiempo. Si bien, a diferencia de los procesos experimentados en este mismo período en las principales ciudades de Europa, Estados Unidos y el Sudeste Asiático, donde el eje del dinamismo se desarrolló en torno a los denominados servicios…