El objetivo de este artículo es aportar un poco de luz a las pruebas que evalúan la competencia lingüística comunicativa en contextos no escolares. Se explican algunos de sus principios básicos y los estándares de calidad necesarios para que sean válidas y fiables. Para ejemplificarlos, planteamos una prueba hipotética de la mano de un estudio de caso y también especulamos sobre posibles modificaciones de la prueba y sus consecuencias.