Franz Kafka (1883-1924) escribió esta Carta al padre hacia 1919, cinco años antes de su muerte, cuando ya había concluido la parte más importante de su obra. Es una carta despiadada, muy extensa, que de todos modos no llegó nunca a manos de su destinatario.
Y por ser tú efectivamente mi educador, todo ello tuvo en mi vida una repercusión generalizada. Cometes un notable error, si crees que nunca me he sometido a ti. “Llevar siempre la contraria” no ha sido realmente mi norma de conducta contigo, como tú piensas y me reprochas. Al contrario: si te hubiese obedecido menos, seguro que e…