Diría que demasiadas veces hoy en día observo un fenómeno que se produce entre buenas ideas o entre cabezas pensantes que manejan y desarrollan ideas estupendas, y que consiste en una absoluta permeabilidad a intromisiones y aleaciones externas interesantes, en una resistencia absoluta a incorporar otros elementos que no sean los originales, o que no sean los “imaginados” por la misma cabeza. Y me parece un fenómeno que habría que, si no eliminar, sí reducir, abogando por cócteles de ideas en los que se mezclen íntimamente los elementos venidos y llegados de todas partes para produc…