En las últimas semanas de 2007 el debate educativo en España volvió a girar en torno a los resultados del Informe PISA 2006 de la OCDE, en el que se compara el rendimiento académico del alumnado de 15 años de 57 países en matemáticas, ciencias y lectura. Y de nuevo, como en ocasiones anteriores, esos resultados fueron objeto de una apresurada (y nada inocente) lectura por parte de quienes de un tiempo a esta parte se han instalado en una interpretación apocalíptica de cuanto ocurre en nuestro país e intentan convencernos de que la educación, y en especial la educación pública, …
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