Los comportamientos tóxicos son los que nos producen malestar e impiden que nos sintamos a gusto con nosotros mismos y con los demás. En el contexto escolar, saber detectarlos y sustituirlos por comportamientos nutritivos nos permitirá aumentar la calidad entre los distintos miembros que intervienen. Asimismo, en un primer momento abordaremos las relaciones entre el centro y las familias.