El proyecto nace del interés de los educadores por desvelar el amor por la naturaleza. Este interés pretende hacer del patio -nuestro espacio exterior- un jardín lleno de vida que transmita a los más pequeños el paso del tiempo. Un tiempo misterioso, paciente y silencioso que nos aporte todo tipo de sensaciones táctiles, visuales, olfativas y emotivas. Un espacio donde compartir, descubrir, imaginar… y crecer.
El níspero ha florecido, Tenemos plantas que huelen muy bien, En el huerto crecen habas…
En la misma línea, los padres y las madres ayudan a los niños y niñas a respetar y…