Una escuela justa es la que cumple con sus promesas para todos sus alumnos y alumnas, independientemente de su origen, sexo, condición social de sus progenitores, etc. Por lo tanto, no existe sistema educativo alguno que sea totalmente justo, puesto que ninguno logra sus objetivos para todo su alumnado. Si pretendemos que, además de justa, la escuela sea eficaz, existen dos problemas que deben abordarse: la adhesión desigual a los objetivos de la formación, a la concepción y a los contenidos de la cultura escolar vigente; y una relación diferente con la eficacia, que unos buscan (con matice…