En general, los estudiantes en los diversos niveles educativos asumen concepciones erróneas y confusas respecto de la estructura, función y ubicación de los diferentes órganos reproductivos humanos, tanto en lo referido al propio sexo como al sexo opuesto. Ellos mismos reconocen que “no saben” o que “saben mal”, y critican severamente el papel que la escuela ha cumplido en su formación en esta temática.
Sondear el origen de los errores de los estudiantes y de la desinformación que ellos mismos denuncian puede resultar complejo. Efectivamente, sobre los conocimientos de los estudiantes…