La posmodernidad ha contribuido a la expansión y revalorización de lo emocional, reivindicando su espacio en un discurso educativo centrado mayoritariamente en la categorización del hombre como ser pensante. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, este artículo tiene como objetivo describir una propuesta de enseñanza de las emociones en la educación primaria que se realiza mediante la acción tutorial.