Este artículo plantea cómo los pequeños proyectos pueden convertirse en un vehículo para investigar el entorno que nos rodea y también en un punto de encuentro y aprendizaje para toda la comunidad. Esta no solo incluye a la comunidad educativa, sino también a otras personas de la localidad que forman parte del entorno de los niños y las niñas, y que tienen la oportunidad de relacionarse, compartir, aprender y disfrutar a partir de los proyectos.