Una madre me contó en una ocasión una conversación que tuvo con su hijo de tres años. Llegaban a casa, después de hacer la compra, cuando el pequeño le dijo: «Mamá, enséñame el vídeo de la panadería». Ella preguntó: «¿Qué vídeo, cariño?». Y el niño respondió: «Ese en el que compramos el pan».
Los niños y las niñas poseen la inmensa capacidad de dirigir nuestra atención hacia cuestiones esenciales que pasamos por alto, ofreciéndonos la oportunidad de parar, observar, reflexionar, contrastar y reajustar nuestras respuestas ante aquellas situaciones en las que la inercia ha tomado el contro…
