Sabemos que hay cosas que funcionan, queremos disfrutar del trabajo y podemos mejorar, tanto desde el punto de vista individual como colectivo.
Saludo africano:
Sawabona: ‘Yo te respeto, te valoro. Eres importante para mí’.
Shikoba: ‘Entonces, yo existo para ti’.
Sabemos que a menudo, cuando nos encontramos, nos saludamos protocolariamente. A la pregunta «¿cómo estás?», casi siempre se nos da una respuesta escueta como «bien», y pasamos a hablar de otra cosa. Este saludo puede convertirse en un ritual vacío, ya que ni preguntamos ni contestamos con sinceridad. Hay que dar sentido a este…