Este año se unió a nuestra clase de Matemáticas de sexto curso una nueva alumna de otra región de Suecia. Durante la primera clase, la niña se puso a llorar y, a partir de entonces, empezó a no aparecer por la escuela cuando tenía clase de Matemáticas. Su profesor no entendía la actitud de la niña, ya que el libro de ejercicios del año anterior mostraba que, aparentemente, era capaz de resolver tareas de cierta dificultad. A este punto, llevamos a cabo una serie de actividades de evaluación y diagnosis que ella no pudo superar, tras lo cual pasó a ser una de mis alumnas de edu…