Cuesta recordar un tiempo pasado en el que el móvil servía para hacer exclusivamente llamadas, teniendo en cuenta que en la actualidad se ha vuelto absolutamente imprescindible en nuestras vidas para muchas otras tareas. El ‘smartphone’ y otros recursos tecnológicos también pueden jugar un papel más o menos relevante en la práctica deportiva y en la educación física, pero su inclusión siempre estará supeditada a acompañar la vivencia motriz que requiere de la persona en movimiento en un entorno determinado.