En el artículo se propone incorporar la acción en el medio como un elemento propio de los proyectos de trabajo. Se recupera el legado de las pedagogías progresistas en su defensa por una escuela que incida en el entorno. También se presentan tres aportaciones destacadas de los proyectos con alma, aquellos que incorporan el servicio a la comunidad: reconocer la capacidad transformadora de los jóvenes, favorecer los vínculos con la comunidad y proteger contra el dogmatismo.