Deben seleccionarse más y mejor las nociones y teorías científicas que forman parte del currículo, e incluir sólo las de mayor potencialidad explicativa que sean imprescindibles para elaborar interpretaciones básicas sobre el mundo natural. Identificarlas no resulta fácil, pero partiendo de las necesidades sociales y de aquellos interrogantes a los que la investigación educativa puede dar respuesta, se pueden llegar a establecer aquellos conceptos y teorías de la ciencia que deben incorporarse al currículo.