A buen seguro que son muchos los centros educativos que llevan a cabo experiencias de periodismo escolar. Dar publicidad a las propias ideas, trabajos y proyectos es siempre un estímulo para esas clases que, convertidas en comunidades de investigación, son capaces de generar productos -textos, grabados, pinturas, objetos tridimensionales o programas de Internet- que consiguen sorprender a sus propios autores.
Como en los mejores talleres artesanos, una cierta dinámica de trabajo colectivo va sofisticando los recursos hasta tal punto que mostrar los resultados obtenidos forma parte del mis…