Los medios de comunicación se han convertido en un medio potente para amplificar el discurso del odio de corrientes de pensamiento que se proponen manipular la opinión o imponerse mediante la mentira, la descalificación o el insulto. El uso de las redes sociales ha extendido y amplificado este fenómeno entre la ciudadanía, especialmente entre los jóvenes. El profesorado puede desactivarlo incorporando contenidos y estrategias para que los estudiantes dispongan de herramientas que les permitan identificarlo, denunciarlo y contrarrestarlo.