En este artículo hablo sobre dos ideas fundamentales: por un lado, el «imprescindible» cambio metodológico, fundamentado tanto en nuestro alumnado como en la sociedad actual; y por otro, la influencia de la pedagogía sistémica en mi actuación como tutora, en especial en la mirada hacia el contexto familiar de cada alumno; esto repercute positivamente en las relaciones con las familias.