Introducción
Seguro que en una comunidad escolar de cualquier gran ciudad de este país se encuentran 20 niños, entre 12 y 14 años, con un talento especial para las ciencias. Son talentos que pasarán más o menos inadvertidos y casi siempre desatendidos por la imposibilidad de que sus profesores les dediquen la atención personal que precisan. Estas personas, en un principio ilusionadas con la escuela, no encuentran en ella el aliciente que sus capacidades reclaman, y acaban aburridos, apáticos y frustrados tras un período escolar tal vez de gran sufrimiento.
Por otra parte, podrían re…