Cualquier conflicto bélico deja trazas marcadas a nivel patrimonial que pueden ser observadas en paisajes, pero también en restos muebles e inmuebles. Los campos de batalla, por ejemplo, fueron lugares emblemáticos por lo que en ellos sucedió y por las transformaciones que sufrió el paisaje. Además, las posibilidades de trabajar sobre campos de concentración, cárceles, lugares de detención y de ejecución nos acercan a los conflictos de una forma más global. Sin duda, estas trazas las conocemos a partir de la arqueología, y sus posibilidades didácticas son extraordinarias. En el presente art…