Conocer y apreciar el paisaje supone un enriquecimiento personal y reporta múltiples valores para quien sabe interpretarlo, sentirlo y apreciarlo. Un planteamiento didáctico para su enseñanza y aprendizaje, consecuente con tales motivos, es aquél que se desarrolla en torno a los rasgos sustanciales que lo caracterizan: realidad objetiva, expresión patrimonial y manifestación subjetiva.