Hace meses, unos compromisos me llevaron hasta Barcelona. A primera hora tenía que estar en un extremo de la urbe; a última hora de la tarde, me esperaban justo en la otra punta. Acostumbrado como estoy a hacer excursiones de todo tipo, preparé el recorrido como una auténtica expedición. Mapas, guía, teléfono para alguna emergencia, libreta de campo. También planifiqué la ruta: haría un trayecto desde la zona del Fórum hasta el barrio de Sants.