La situación actual del sistema educativo presenta, con la implementación de la reforma, un buen momento para ambientalizar el currículo y darle una nueva orientación a la realidad educativa. La enseñanza debe hacer posible el desarrollo global del individuo que permita un mayor desarrollo de éste en todas sus capacidades. Esto implica que las estrategias y el papel del profesorado deben adaptarse a esta nueva visión que incorpora la educación ambiental en el currículo.