Las emociones pueden ayudarnos a relacionarnos mejor con otras personas, a gestionar nuestra conducta y a tener éxito en diversos ámbitos de la vida. Ser inteligente y competente emocionalmente puede ser incluso tan importante como tener buenas competencias académicas. Un adecuado desarrollo emocional, en el que se conjuguen los factores biológicos, la familia, la escuela y los iguales, puede dar como resultado un alto nivel de competencia emocional. Este capítulo trata todas estas cuestiones como fundamento para una educación emocional en la escuela infantil. …