En Cataluña, la presencia de alumnado de origen extranjero en los centros educativos destaca por una amplia diversidad de orígenes culturales, lingüísticos y religiosos. Esta situación exige un enfoque intercultural desde el cual la diversidad se considere como una fuerza valiosa y un enriquecimiento mutuo, para nada una debilidad que superar. Lo que aquí mostramos aporta un referente en este sentido.