Para avanzar hacia una educación inclusiva, todo el alumnado debe participar de la vida del aula y todo el cuerpo docente, sin distinción, ha de ir aprendiendo a tener en cuenta la diversidad y, progresivamente, ir introduciendo metodologías más diversificadas e inclusivas. Para ello, hay que dar respuestas más personales a aquellos alumnos o alumnas con más dificultades para participar de la vida del aula. Este capítulo se centra en la importancia de atender al alumnado de forma personalizada, de acuerdo a sus necesidades, y dentro del aula, ofreciendo algunas orientaciones prácticas para …