Hoy en día la educación no puede ceñirse a cultivar únicamente el talento individual. La humanidad ha invertido numerosos esfuerzos y abundante dinero en la formación de muchos seres humanos que, a pesar de tener un alto grado de éxito social e intelectual, no cuidan de lo que los rodea, ni de los demás, ni siquiera cuidan verdaderamente de ellos mismos.