Cuando se pretenden unos objetivos educativos basados en la formación de todas las competencias del ser humano, no solamente en aquellas de orden estrictamente académico, y al mismo tiempo se recurre a modelos de agrupación tradicional de los contenidos, sin tener en cuenta la coherencia de este modelo con los fines establecidos, la solución es siempre comprometida, cuando no manifiestamente ineficaz.
Este intento de armonizar dos ideas notablemente divergentes ya se quiso resolver con la inclusión de los ejes transversales en el currículo. Pero la medida de partir de las disciplinas t…