En este capítulo se analizan los procesos de evaluación externa e interna a partir de los cuales un centro escolar podría plantear un plan de mejora, y se propone el papel que el orientador podría tener como asesor en estos procesos. Así, por un lado se apunta cómo los centros pueden utilizar y beneficiarse de los resultados de las evaluaciones externas a las que el alumnado se ve sometido en diversos momentos de su recorrido escolar. Al mismo tiempo, se plantea la necesidad de una evaluación interna que enmarque y amplíe estos resultados. Al final del capítulo se incluyen actividades, fuen…