Febrero es el mes del carnaval, una fiesta cuyas raíces son lejanas y que, con la democracia, se ha ido recuperando a lo largo del país. Aunque en unos sitios se vive más intensamente que en otros, las reglas de juego de la convivencia democrática permiten que se celebre una fiesta distinta a las demás, donde lo lúdico y lo transgresor adquieren carta de naturaleza.En muchos centros escolares el carnaval es una de sus grandes fiestas, con los disfraces que luce el alumnado y, a veces, incluso el profesorado, y, en ocasiones, con normas para estos días que simulan cierta transgresión…
Contenido solo disponible para suscriptores
Accede a este artículo individual por solo
0€ IVA incluido
Descubre todo nuestro contenido sin límites
Desde 9.9€ IVA incluido
¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión