Este artículo trata de las experiencias de dos profesoras que aplican el “autocoaching” a su labor educativa para introducir dos nuevas metodologías de aula, el aprendizaje cooperativo y la “flipped classroom”, teniendo como eje transversal el enfoque reconstructivo-empoderador (REM) de educación para la paz. Entendemos que el coaching educativo requiere de la ética, de ahí su vinculación con la paz.