Las manzanas tienen unas feromonas de tal naturaleza que, si metes en una bolsa de plástico una manzana madura y frutas verdes, las feromonas de la manzana hacen que las frutas verdes maduren. Para el autor, se trata de una excelente metáfora sobre la dirección escolar o educativa, la cual ha de ser una influencia silenciosa, persistente y beneficiosa que hace crecer a quienes están al lado. Su idea de dirección se desarrolla a lo largo de este capítulo.